Los Alimentos Con la Vida útil de Más Larga

Si se almacenan en un lugar fresco, seco y oscuro. Las papas Yukon doradas, las papas rojas y los papines durarán entre dos y tres semanas. Las papas blancas o Russet más grandes pueden durar entre tres y cinco semanas. Las batatas tienen aproximadamente la misma vida útil. Sin embargo, no deben almacenarse al lado de las cebollas: Puede ser que ambas combinen muy bien al cocinar, pero cuando están crudas, cada una emite gases y humedad que podrían hacer que la otra se eche a perder más rápido.

Al igual que con las papas, almacénelas en un lugar fresco, seco y oscuro para que duren lo máximo posible. Y como dijimos anteriormente, no las almacene junto a las papas; ambas se echarán a perder más rápido.

El maní en su cáscara, en especial cuando se mantiene fresco y seco, puede permanecer en perfecto estado en la alacena hasta dos meses.

Los diversos tipos de calabazas de invierno de cáscara gruesa, incluyendo el zapallo anco, la calabaza espagueti, la calabaza bellota, el zapallo kabocha y el zapallo hubbard, entre otros, se encuentran entre los vegetales frescos más duraderos.

Las manzanas que se almacenan en un frutero a temperatura ambiente por lo general durarán entre cinco y siete días. Sin embargo, cuando se almacenan en un lugar húmedo a una temperatura entre 1 y 4 °C, pueden permanecer frescas y firmes hasta seis meses.

Las hojas de té secas, ya sea que estén sueltas (en un contenedor sellado) o en saquitos (en una caja sin abrir) pueden durar fácilmente un año o más si no se las somete a condiciones húmedas. Sin embargo, el té tiende a perder sabor a medida que pasa el tiempo.

El color, la textura o el sabor de la leche en polvo puede cambiar a medida que pasa el tiempo, pero seguirá siendo perfectamente útil y segura durante al menos 18 meses.

La cecina de res, y sus predecesores en diversas partes del mundo, se inventaron con el fin de durar mucho tiempo como sustento en lugares silvestres o durante largos viajes. Es magra, seca y salada, cualidades que incrementan su capacidad de que se pueda comer durante mucho tiempo.

El enlatado es una manera extremadamente eficiente de preservar los alimentos. En términos generales, si no se somete a los alimentos enlatados a altas temperaturas, su contenido debería permanecer en buen estado durante dos años o más. Sin embargo, tenga mucho cuidado con las latas abolladas o hinchadas, ya que esto podría indicar la presencia de bacterias en el interior.

Hecha solo con sémola y agua, y secada a la perfección, la pasta es prácticamente indestructible. Su contraparte más rica, la pasta fresca, a menudo hecha con huevo, es mucho más perecedera y debe estar siempre refrigerada.

El oxígeno y la humedad son enemigos de estos pequeños ý útiles cubos de caldo o sopa instantánea. Manténgalos secos y bien sellados y es probable que duren como mínimo 24 meses.

Un frasco de mantequilla de maní sin abrir debería durar más de dos años a temperatura ambiente, pero con el tiempo, el aceite se separará y la mantequilla de maní podría secarse y perder su sabor. Para obtener la máxima calidad, dos años probablemente sea el tiempo máximo de almacenamiento.

Como el chocolate con leche contiene lácteos, se echará a perder mucho más rápido que el chocolate con un alto contenido de cacao y poco o nada de leche. Las temperaturas cálidas son el mayor enemigo del chocolate amargo, y aunque debería durar un par de años a temperaturas alrededor de los 24 °C, se conservará durante casi cinco años si el termómetro permanece entre 15 y 18 °C. El chocolate que ha sido expuesto a altas temperaturas puede desarrollar pequeños puntos blancos, los cuales son inofensivos y no afectan el sabor.

El atún es un pescado resistente y que tolera bien el enlatado (y en los últimos años, el sellado al vacío). Para obtener un sabor y una textura óptimos, no lo conserve durante más de cinco años después de la fecha de vencimiento (o la indicación “consumir preferentemente antes de”) del producto.

Los porotos secos son prácticamente indestructibles si se los conserva secos, aunque empiezan a perder su humedad después de un año o dos. A medida que pasa el tiempo, requerirán más tiempo de remojo o más tiempo de cocción para que queden tiernos.

Aunque la miel a menudo se vende con una fecha de vencimiento (por lo general entre dos y cinco años de la fecha de empaquetado), es solo porque con el tiempo puede volverse más oscura y formar cristales de azúcar, totalmente inofensiva pero que puede desagradar a algunos consumidores. La miel 100% pura y no diluida en una frasco sin abrir (almacenada lejos del calor) se podrá consumir luego de años, décadas e incluso probablemente generaciones.

Todos saben que el vino puede durar mucho tiempo, a veces mejorando mucho a medida que madura. Sin embargo, también puede echarse a perder con rapidez si se lo expone al calor o frío extremos, oxidación a través de corchos permeables o simplemente por la evolución natural de sus componentes químicos a lo largo del tiempo. Este no ocurre con los licores fuertes. Una botella de licor sin abrir es prácticamente inmutable. Su alto contenido de alcohol las preserva y evita que se añejen. La única excepción son los licores dulces, en los cuales, a medida que pasan los años, el contenido de azúcar se precipitará y formará cristales y esto hará que el licor pierda ligeramente su dulzura.

El arroz integral puede ser más saludable, pero tiene un alto contenido de aceite y, por ende, se puede echar a perder después de unos meses. Por otro lado, el arroz blanco, si se lo mantiene seco, puede durar para siempre. El único problema posible, además de la humedad, es la aparición repentina de pequeños insectos negros entre los granos de arroz. Estos insectos, llamados gorgojos, encuentran la forma de entrar al paquete a través de aberturas microscópicas o sus huevos se cosecharon junto con el arroz. Almacenar el arroz en contenedores perfectamente secos y herméticos evitará que ingresen. Sin embargo, si ya están presentes en el arroz, se lo debe desechar.